¿Qué es el efecto placebo? Consiste en la mejoría de la salud que ocurre por el mero hecho de creer que el fármaco (o las agujas clavadas) mejorarán nuestra salud. El efecto placebo es de una gran magnitud. Por ejemplo, si a un paciente con asma le das un placebo durante unas semanas (por ejemplo una pastilla de glucosa o un inhalador que solo tiene agua), su función pulmonar mejorará hasta un 15%. Y no hablamos de “sensación subjetiva de respirar mejor”. No. Hablamos de su función pulmonar REAL, medida con un espirómetro (una máquina que mide la velocidad con la que el aire entra y sale de los pulmones). Si le das un tratamiento realmente efectivo, su función pulmonar mejorará un 40%. Pero de ese 40% el 15% (casi la mitad) será por el efecto placebo.
La ciencia aún no ha podido explicar las causas del efecto placebo, lo cual no quita para que lo reconozca como algo que existe y lo tenga en cuenta en cualquier investigación. Lo que se pide a muchas de las autodenominadas “medicinas alternativas” es que demuestren que son superiores al placebo, cosa que aún no han demostrado por cierto.
Por otro lado existe el llamado efecto nocebo. Este efecto también está identificado, y ocurre cuando a un paciente se le dice que tal o cual fármaco va a producirle tal o cual efecto secundario. Así, si a un paciente se le dice que determinada medicina puede producir ardor de estómago es más probable que le de ardor de estómago que si no se lo dices. Si creemos que una acción o sustancia nos va a dañar, lo pasaremos bastante peor que si no tenemos esta creencia. Los médicos y familiares de pacientes temerosos e ‘hipocondríacos’ saben que a estos no les conviene leer los prospectos de los medicamentos, pues, por sugestión, probablemente irán padeciendo algo de lo que lean.
Diez años atrás los investigadores descubrieron algo sorprendente: Las mujeres que se creían propensas a padecer del corazón al final acababan muriendo de alguna enfermedad cardiaca en una proporción cuatro veces superior al de otras mujeres, que con factores de riesgo similares, no tenían esos pensamientos tan fatalistas. En otras palabras: el mayor riesgo de muerte no era ni la edad, ni el colesterol, ni el peso… sino la creencia de sufrir la enfermedad. Si crees que estás enfermo acabarás estándolo.
¿Se han preguntado alguna vez por qué los médicos escriben tan mal? Quizá para evitar el efecto nocebo… Se le ha atribuido a la pésima caligrafía de los médicos perseguir como objetivo la encriptación de información entre profesionales cuando la comunicación es transportada por el paciente. Con está grafía, los médicos aparentemente podrían intercambiar mensajes y consultas sobre tópicos de alta sensibilidad para el paciente sin producirle alarma. El problema es que esa misma escritura deforme es la responsable de recurrentes errores de interpretación, lo que ha provocado que en EEUU una nueva ley obligue a los médicos a utilizar letra de imprenta en sus recetas. En adelante, la letra cursiva pasa a ser ilegal para realizar prescripciones médicas.
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